Hay veces que determinados lugares generan una mágica atracción a nuestros sentidos, no es que yo tenga demasiados espacios que me hacen sentir bien, pero uno de ellos es este edificio en Plaza de España de Madrid. ¿Será porque puedo imaginar mil historias en el interior de este hotel desocupado?, ¿será porque me evoca edificios desde donde super-héroes pueden vigilar la ciudad?.
Da igual el motivo por el que un sitio me da sensaciones pero cada lugar es un sentimiento distinto; por ejemplo, el Puente de Toledo es para mi, el Puente del Buen rollo, el puente que me proporciona tranquilidad y paz, es decir, sentimientos positivos.
No voy a indagar en el porqué de esas sensaciones, simplemente las disfrutaré. Tan sólo desaparecerán cuando a alguien se le ocurra destruir o modificar su apariencia.
No importa, en el camino aparecerán otros lugares, otros edificios, otros paisajes... no los busco, sólo surgen.
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